Se me acaba la tristeza,
me quedo así, parada sin
saber,
ya no me inmuto fácilmente,
no salgo de este estar
mirando el cielo
ciego,
me acerco por momentos
a la nada que crece
en mí.
Ya he sobrepasado
las preguntas,
las respuestas,
toda lógica
y el deseo,
las circunstancias
me han hecho inmune
al pensamiento.
Todo mi alrededor
son aguas mansas y
planicie,
presente que olvida
el presente,
amigos
perdidos
en sus ojos solos.
No me ayudéis a bajar
Las escaleras,
ya desciendo yo
tranquila y
sin voluntad de revertir
mi destino:
el infierno que es
la vida
con consciencia.
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