Los muertos no se quieren ir, los echan, a patadas, no queremos irnos del único lugar que habitamos, nos aterra lo desconocido -el mundo más allá del mundo-, tened piedad, trabajamos aquí, sufrimos aquí, qué podemos esperar del túnel sino más y más túnel, un agujero eterno donde bajamos como Alicia, pensando en nuestras cosas, en cosas de vivos, en pensamientos manidos por los siglos, contando historias y contando tiempo, bajando y bajando en un vaivén adormecedor que nos canta la canción de la espera absoluta. ¡Qué solos se quedan los vivos!
literatura y pensamiento -2020-